¡Con derecho a roce!

Sensaciones que no puedo describir. Cuando juguetea con mi pelo, me muerde el labio, y me susurra al oído que soy preciosa. Cuando me hace cosquillas hasta llorar. Cuando desliza sus dedos por mi barriga o me habla cerca de la boca. Cuando no se cansa de hablar conmigo por las noches y me despierta con un "Buenos días princesa". Cuando me agarra por la cintura y no pretende soltarme. Cuando hace esas tonterías que me vuelven loca.
Sí, él me vuelve completamente loca, de la cabeza a los pies. Él es mi confidente, mi mejor amigo, con el que puedo contar. Pero cuando llega la noche es quien me hace vibrar, o incluso temblar, ¡pero de amor!

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